Películas

Baby Driver (2017)

Cuando me dijeron que había una peli en la que el protagonista escucha música en su iPod todo el tiempo, me dije que tenía que ver esa vaina. Y lamento reaccionar más tade que Internet Explorer, pero apenas ayer vi Baby Driver (2017) de Edgar Wright.

Como he estado haciendo desde hace un par de años, evito ver tráilers o leer sinopsis y/o críticas para no condicionarme. Si me gusta la peli, la dejo y si me aburre, la quito y termino de verla cuando, literalmente, no tenga más nada qué hacer o no lo hago más nunca. Con esta no pude despegarme ni un segundo porque es como si te atornillaras voluntariamente al sofá y no te levantaras hasta que termines de verla, aunque en este caso fue de verla y escucharla.

Baby Driver 2

Lo bueno, lo malo y lo feo

Con Baby Driver eres parte de una persecución de casi dos horas, durante las cuales sientes unas cuantas emociones, tanto buenas como terribles, pero supieron hacértelas llevar. Por ejemplo, esa angustia que te entra de repente y se incrementa cada vez más conforme avanza el metraje, no hubiera sido la misma sin esa atinada selección musical acompañándola y optimizando ese ritmo que este tipo de pelis tienen per se. Punto para la música.

Por otra parte, me encantó que el personaje principal fuera tal cual es: un solitario con buen gusto, que de paso es ágil y le importa una mierda lo que no es su peo. Ese es Baby (Ansel Elgort), el conductor designado (tu tun tsss) de una banda de criminales cuyos miembros varían según antojo de Doc (Kevin Spacey, R.I.P.), la mente maestra de cada robo.

Baby es un antihéroe a toda mecha, pues a pesar de su pasado traumático, las consecuencias que eso arrastró en su vida y el hecho de estar hasta el cuello en el mar de mierda que es esa vida de criminales, no dejó corromper su identidad como hizo el resto.

Baby Driver 3

Sigo con lo malo. Si hay algo que me da ladilla es que en un guion resuelvan las cosas de manera inverosímil. O sea, la historia puede ser cualquier verga, pero tampoco por eso hay que escribirla a los coñazos. Me explico.

Tenemos a un Doc siendo una plasta de mierda durante toda la peli y a lo último viene a ablandarse por algo tan poco villano como el amor. No me jodan. De pana que en ese momento dije: «VERGA, QUÉ MIERDA DE PERSONAJE». Andreina, que hasta los malos tienen derecho de enamorarse y tal. Marico, cállense.

Ese tipo vio primero a la parejita en el restaurante y amenazó a Baby con matar a la caraja si no le hacía la carrera, además, usa a su familia MENOR DE EDAD para tener éxito en sus negocios sucios, así que qué paja ese argumento. Los malos no tienen corazón y punto. Negocios son negocios, carajo.

Termino con lo feo: no perdono lo que le hicieron al puto Don Draper. Los odio. Chao.

Mi sentencia

Baby Driver es una peli de crimen con villanos flojos y bastante estúpidos, cuya subtrama amorosa no mejora la principal. Sin embargo, la música viene al rescate y sus secuencias de persecución son muy entretenidas de ver al ritmo de ella. Y aunque la peli tuvo un final medio complaciente, está cool porque, realmente, no es el Santo Grial de las historias, así que está bien dejar a todos felices. La vería de nuevo.

Aquí el tráiler: